Skip to content

    Una ciudad escondida: Vida salvaje en Querétaro

    Una ciudad escondida: Vida salvaje en Querétaro

    vida queretaro

    Lo que muchos vieron como el fin, para la fauna queretana fue un nuevo comienzo.

    En un pasado no tan lejano, el cacomixtle campaba a sus anchas por los bosques y matorrales que hoy forman las calles y edificios de Querétaro. Su mundo era un laberinto de ramas y sombras, un lugar donde cazaba y dispersaba semillas sin ser visto... Pero el progreso de la ciudad avanzó implacable, devorando árboles y matorrales.

    Esta es la fascinante historia de cómo múltiples especies silvestres se han "rehecho" para no solo sobrevivir, sino prosperar en un entorno que parecía ajeno a ellas.

     

    Los vecinos silvestres de Querétaro

    vida queretaro

    En esta ciudad, encontramos a tres tipos de habitantes silvestres que coexisten con nosotros; primero, los residentes: como el cacomixtle, el tlacuache y el colibrí pico ancho, que desafían el asfalto y el concreto para mantener sus hogares en la urbe; luego están las especies evasoras, que prefieren mantenerse al margen del bullicio, el halcón cola roja, por ejemplo, solo se aventura en la ciudad para cazar o cruzar territorios.

    Y finalmente, los audaces ingenioso zanates mexicanos, que ha desarrollado una sorprendente plasticidad cognitiva para abrir empaques de alimentos humanos, explotando los recursos que la ciudad le ofrece.

     

    ¿Cómo logran estas criaturas prosperar en un entorno tan hostil y cambiante? 

    vida queretaro

    La clave reside en su asombrosa plasticidad: la capacidad de ajustar su comportamiento y fisiología sin necesidad de alterar su ADN. En Querétaro, el cacomixtle se ha vuelto más nocturno para evitar el contacto humano. El colibrí pico ancho y el zanate, por su parte, han afinado sus cantos para que sus mensajes traspasen el constante ruido del tráfico.

    El canto es mucho más que un simple sonido; es un lenguaje secreto. El colibrí macho, durante la floración, marca territorios, fortalece lazos sociales y atrae a las hembras. Por ello, el ruido urbano puede ser un enemigo silencioso que afecta directamente su reproducción.

    Investigaciones recientes demuestran que las zonas con menos ruido albergan más colibríes, ya que estas aves aprenden y adaptan sus cantos para comunicarse eficazmente en medio del caos sonoro. Esta capacidad de aprender y modificar su canto es crucial para su supervivencia en la ciudad.

     

    Un fenómeno silencioso

    vida queretaro

    Pero la plasticidad no es lo mismo que la adaptación biológica. La adaptación es una historia que se escribe con el tiempo: a lo largo de muchas generaciones, las poblaciones animales se enfrentan a cambios drásticos cuando las ciudades transforman sus hábitats. Esto desencadena una selección natural que favorece a los individuos con características genéticas que les otorgan ventajas para sobrevivir y reproducirse en el nuevo ambiente.

    Un ejemplo fascinante es el colibrí de Ana (Calypte anna), un ave con un pico largo y delgado, originalmente adaptado para extraer néctar de flores silvestres. Sin embargo, con la proliferación de bebederos artificiales en jardines y balcones urbanos, estos colibríes han desarrollado picos más largos, gruesos y puntiagudos en tan solo unas pocas generaciones; este cambio morfológico les permite aprovechar de manera más eficiente el néctar artificial, que es más accesible y abundante que el natural.

    Mientras muchas especies muestran plasticidad para adaptarse rápidamente, otras están evolucionando a nuestro lado y por nuestra propia acción, modificando su genética para enfrentar el ruido, la contaminación y la fragmentación de su hábitat. La ciudad no solo transforma el paisaje; también está moldeando la vida que en ella habita.

     

    vida queretaro

    Los parques grandes brindan hogar, refugio o alimento a especies con necesidades más específicas, como el búho cornudo y la tórtola colilarga, que requieren copas densas para resguardarse y alimentarse. El colibrí pico ancho, por su parte, depende del néctar de las flores de arbustos y árboles.

    Estos espacios verdes funcionan también como corredores biológicos, conectando fragmentos naturales y permitiendo que la fauna se mueva y mantenga poblaciones saludables. Sin embargo, la expansión urbana y la fragmentación amenazan estos santuarios. En el caso del cacomixtle, aunque aún se le encuentra en fragmentos naturales urbanos, sus poblaciones han disminuido, poniendo en riesgo su futuro si no protegemos estos hábitats.

    Te invitamos a ser parte de esta aventura y ayudarnos a descubrir estos misteriosos vecinos. Usa la plataforma iNaturalist México para registrar tus observaciones de fauna en Querétaro y otras ciudades. Tus observaciones son de gran ayuda para los biólogos que monitorean a estos animales en el entorno urbano. Juntos podremos conocer mejor a quienes comparten nuestro hogar y contribuir a su conservación.

     

    En resumen

    La ciudad y la naturaleza no tienen por qué ser mundos separados; pueden convivir y enriquecerse mutuamente si aprendemos a respetar el secreto urbano que está a la vista de todos.